De Blanco y Negro a Sepia...

Hoy cuando estas frente a mis ojos recostada, cambio súbitamente la perspectiva y te contemplo en blanco y negro, aprecio esos distintos tonos de gris que siempre me seducen cuando te fotografió, me deleito de la forma en la que siempre enredas entre tus piernas la sabana que solo usamos para cobijarnos y de la cual siempre te has apoderado, te mueves poco, mas tu crees lo contrario, soy culpable en ocasiones de perturbar tus sueños a lo cual siempre me disculpo recorriendo con mis dedos tu espalda, suelo presionar aquellos puntos que solo yo conozco y se, te segregan un detalle igual a cuando te llevo de sorpresa chocolates.

Que pasara cuando despiertes, recordaras algo, me contemplaras con diferente perspectiva, que aspectos nacerán en tu subconsciente cuando como en todas las mañanas abres los ojos y estoy ya mirándote, aspecto de mi persona que siempre me dices te desgrada, mas se que cuando tus ojos me anticipan, esperas el momento tranquila para regalarme el verte amanecer.

Aun recuerdo aquel día cuando te vi por primera vez, era otoño y llovía, acababa de salir de una tienda de la cual siempre me da vergüenza acordarme, un placer culpable el que provocan cierto tipo de alimentos, cuando al acercarme a la esquina de la acera un auto levanto una ola digna de todo surfista, arruinando completamente exquisito manjar, entre si me limpiaba u observaba como se filtraba lo que quedaba de mi comida entre los dedos, pude escuchar esa risa que ahora siempre busco evocar, te diste cuenta que me di cuenta de tu burla y por esa moralidad que posees te acercaste a mi para invitarme otro hot dog, diciendo es mas fácil invitarte otro que secarte dadas las circunstancias, fuimos al pequeño local y lo que una ocasional platica, se convirtió junto al tiempo y otras salidas lo que hoy tenemos.

Faltan segundos para que despiertes y ya te estoy mirando en sepia...