Dicen que si te pierdes en un bosque y tu mente se asombra como la de un niño, las sombras se apoderan de ti y tu ser cambiara fantásticamente, buscara eso que perdió forma para el, hasta que lo encuentre en alguien mas.
Mencionan que el poder de la mascara te liberara.
Hay una canción que a pasado en los sueños de generaciones, celosamente entonada y solo para aquellos que tienen en sus genes la casta ceremonial de la humanidad, se menciona en pocos versos la batalla de dos seres, de la deidad del bien y del mal, se dice que eran hermanos, otros cuentan que eran amigos, tal vez la verdad de ese hecho sea la menos importante, pero cada determinado tiempo sin importar cuantos años o siglos pasen, se presentan en las manos de su espíritu encarnado en algún humano.
Su lucha siempre lleva a la destrucción del lugar en donde aparecen, eso si jamas aparecen alejadas la una de la otra, por ello es muy difícil saber en cuantas ocasiones se han enfrentado. Si dos corazones permiten un sentimiento tan fuerte como la energía de un dios, se presentaran las mascaras sin embargo tienen que existir ambas fuerzas ya que el sello que poseen fue hecho por la diosa creadora del mundo y de la vida.
Un día caminaba en dirección a la escuela, atravesaba varios caminos que me llevaban a un parque sumergido entre las colonias, pocos arboles le habitaban y trazado en el un camino que lo atravesaba en horizontal me servia de guía para no perder mucho tiempo en mi recorrido, caminaba cuando un cascabel llamo con su sonido mi atención, se encontraba a unos cuantos pasos de mi, le tome y observe con cautela lo que había a mi alrededor, aun cuando de ese día no recuerdo mucho, solo la curiosidad por agitarle para escuchar su sonido, se convirtió en mi ultimo instante en ese lugar y momento.
Cuando me percate de lo sucedido me encontraba ya en casa, pareciera que todo sobrevino en un parpadeo. Cuando sentado a punto de comer una fuerte agitación aconteció en mi pecho, me levante y por instinto fui a por la mochila, un resplandor rojo y violeta me impidió ver por un instante lo que guardado ahí habitaba, no pude tomarle solo recuerdo la sensación de su energía, creo no tuve el poder para conservarle apenas cumpliría quince años en ese entonces y muchas preguntas comenzaron a emerger dentro de mi mente, sera por que en aquel entonces una amiga acababa de fallecer, esa es mi razón para que colores con tanta pasión y fuerza se manifestaran ese día, no recuerdo mas, solo a mi madre despertándome para que recalentara la comida, no pregunte y no recordaba aquello que me permitió perderme en el tiempo, solo la arena de los días mostraron en pequeños retazos que había sucedido, no le di mucha importancia ya que otros eran mis intereses, aparte situaciones extrañas me sucedían a menudo, no me percate de la importancia de esta hasta cuando ya era imposible retornar a ese instante emocional.
Del cascabel solo recuerdo la paz que me causo y ahora que escribió esto me doy cuenta que mi amiga siempre llevaba un cascabel; en sus lentes, su diadema, blusa, zapato, era el detalle que mas amaba de su personalidad, hoy me pregunte durante la tarde, que fue de ese momento, que sucedió, por que no se me permite recordar, solo se que como aquel día, su parecencia le encuentro cada vez mas cercana y tibia.
Con amor para el reflejo de los siete colores del viento.
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