Parte 1:

Es así como en las cenizas me desplomo, un viento me abrasa y me transforma en aquello a lo que el destino sugiere, en el llanto del mar evoco mis recuerdos, solo en ellos puedo confiar ahora.

Aun ahora te espero, mas sin pensar en ti.

Una ultima sonrisa para erradicar el odio, para hacer que la luz aguarde antes de suponer me sumergiría en la obscuridad.

Preparado estoy para la muerte. Que el sol en su ocaso me suprima mis pecados y que el inmenso plasma nocturno me bautice para la nueva vida.

En lo profundo un sendero luminoso, los vestigios de Dante se presentan como recados en los muros de este palacio de fuego y sangre. Sin un Virgilio que me acompañe o una Beatriz que me dirija al cielo.

Sacrificar los sueños, la esperanza es el pensamiento que me traen los ángeles de Yavé, solo ese honor esta reservado para Magna Dea quien en sus brazos me espera.