Sade Numero 19 - El club de los corazones olvidados. [Primera sesión]

Titulo. Solo un verso.

Media tarde en la ciudad de las ventanas tristes.

Llueve ligero, como cualquier verano.

Humedad a 75%.

Lugar hotel "Dresdes", conocido por su excelente buffet de desayuno y damas de compañía.

Habitación 024 

Trama

"Un escritor malhumorado después de dos malas semanas, compra whisky, recoge su ya añeja botella de ron y un surtido de frituras saladas para embriagarse escuchando por toda la noche tocata y fuga en su versión de Gyruss."

Subtrama

"Solo fue por que hoy volvió a encontrarse con la dama que le había enamorado desde el primer día que le vio."

Personaje:

-Inspirarme solo eso deseo antes de embriagarme, 

pero..., ¿como lograrlo?.- (suspira)

-¿Como?- 

(le da un trago a su vieja botella de ron)

-Como hacerle cuando no te tengo y tu piel es aquel lienzo que todo pintor sueña, la vida prerrafaelista, donde en tus ojos encuentro la patria arrebatada, mi hogar, donde solo con mi boca sobre tu cuerpo y mis manos como pinceles pueda crear la mejor de las obras soñadas por aquellos grandes artistas.- (Se recuesta en la cama)

-Ella la autentica, la arcaica, el sueño con el que deseo inspirarme.-

(Enfocando su mirada al vació de la habitación, donde una lampara color violeta emite una tenue luz)

-Como no desear que los días se detengan y me regresen a todos esos momentos donde pude decirte lo que sentía o arrebatarte un beso-

(Suena Gyruss por octava ocasión)

Las horas pasan y la inspiración jamas llega, la botella de whisky no se abrió, se encuentra solo en una habitación del hotel con la reputación de la mas sencilla compañía. Cuando de forma extraña y casi irreal observa una sombra frente a su ventana.

-Es un ella-

(un canto tranquiliza a nuestro enamorado escritor).

Amanece en la ciudad de las ventanas tristes, 

el sol se oculta entre las nubes, 

los sonidos comienzan a invadir con mayor fuerza cada rincón, 

aún hay residuos de viejos accidentes, 

las lluvias dedican su tiempo a limpiar recuerdos de los habitantes,

el sol logra disipar el cumulo de nubes,

mas solo hay un lugar que le resulta especial.

Su luz se refleja en el iris de una joven,

ella recostada en su cama,

con su cabello danzando por la brisa del viento,

Su mirada dirigida a ninguna parte.

"El escritor se encontraba en una silla junta a la ventana cuando describió aquella escena, no creía que aquella niña de no mas de 22 años fuera la sirena, solo ha descubierto el poder de su voz, se dice a si mismo hoy fui su alimento, no su victima."