Sade Numero 9 -Noches de Septiembre-

Esperas sentada y tu nombre llega a mi mente, perdóname por no acercarme, por favor no importa que quieras no voltees, tu belleza me detiene, -¿es la sonrisa que sueltas en determinados momentos?-, por favor no voltees, te lo ruego que tal vez estoy a punto de dar un paso hacia ti.

No puedo entender como es que me atrapaste, seras acaso la única a la que debo buscar, esperar que seas tu esa felicidad. no te levantes que estoy a punto de hablarte.

Escucho como la lluvia sigue en esta una de las ultimas noches de septiembre, me convierto en un viajero lleno de secretos, cargando cartas de sueños no cumplidos, como una pluma que se ríe del viento llevo una canción que espero dedicarte lo que contiene, son suspiros o gritos de los que no conozco remitente, puedo ver como florece entre las estaciones bajo la tierra, imagina lo que tus ojos cicatrizan para no ver, puedes ser el mapa al que le ponga iniciar y me lleve a encontrar lo que se mueve dentro de ti.

Soy un antiguo hechizo que aguarda, invocame mi dama al pronunciar mis palabras en tu cuerpo, déjate caer y permite que te enseñe lo que ningún titan conoce. Besarme como si fuera la primera ves que entregas tus labios y permite que mi calor llene lo que el tiempo te arrebato, contempla las lineas de mi mano y dime en cuantas vidas deseamos ser amantes.

Entrégate con ese beso jamas dado, permite que pueda dar calor a tus labios azules, hacerlos rojos al inyectarlos de sangre. Eres luna, el onceavo rayo del sol, puedo sentir que al final eres el susurro que me remonta al pasado, cuando las lineas de mi rostro me digan frente tu espejo que se acercan los días finales seguiré madurando.

Seras invierno en unos años, yo termino el otoño de mi vida, aun así continuo escuchando melodías diseñadas para este momento.

Una fuerza sanadora me hace desaparecer cuando lo noche se presenta. obscuridad que me permite ver a lo siego, a pesar amanece hoy dentro de las cenizas que extraños en viajes dejaron, mis ojos se llenan de temor otra vez, algo poco frecuente que me sigue mirando y aun cuando todavía tengo un sutil temor, si no fuera por ti las montañas no conservarían la grandeza, por eso creo que pesar de que somos extraños nos dibujamos entre las cenizas.

Hoy buscas oro mañana algún otro metal, nuestras vidas se cruzan, solo eso y nada sucede.

Tal ves tu ojos miran cautelosos un final, evitan ser victimas de encontrar algo al que pedir perdón, algo solitario que intenta abrasarte, nunca lo dejas y me hace feliz verlo, algunas cosas no cambian pero siempre me tomare el tiempo para que estés en mi mente.

Habla de tus viejos amores de aquello que no te satisfago, sean muchas las razones jamas te juzgare.